Un artículo recientemente publicado en Food Chemistry* reveló que muchas de las especias e hierbas aromáticas utilizadas comúnmente como condimentos, particularmente en la comida asiática, tienen actividad antiobesidad.
Desde hace muchos años se sabe que las hierbas y especias son más que condimentos cuya utilidad se reduce al mejoramiento de las propiedades sensoriales de la comida.
En el vocabulario culinario, el término hierba se refiere a las hojas de plantas, mientras que otras partes, tales como semillas, corteza, etc. se conocen como especias.
En estudios recientes acerca de la historia del uso de las mismas (por ejemplo cilantro, hinojo, enebro, comino, ajo, cardamomo, canela, azafrán, etc.), se ha observado una clara relación entre las especias y los ingredientes de las medicinas tradicionales.
Se han realizado varios estudios sobre la bioactividad de compuestos derivados de especias, como por ejemplo, la capsaicina, compuesto fenólico del pimiento rojo, que tendría actividad termogénica simpatomimética.
La primera selección de especias se realizó sometiéndolas a un screening que incluyó varios bioensayos relacionados a la obesidad a nivel celular y de receptores: receptor A1 de adenosina, receptor CB1 cannabinoide, supresión de TNF-α, y la actividad lipolítica sobre el adipocito 3T3-L1.
El bloqueo del receptor A1 de adenosina por antagonistas o agonistas inversos estaría correlacionado con la actividad lipolítica, mientras que el bloqueo del receptor cannabinoide CB1 reduce el apetito y estimula el metabolismo de lípidos.
El estudio demostró que muchas de las especias resultaron ser altamente activas.
Las semillas de sésamo y de ají picante (chilli) exhibieron una alta actividad de unión al receptor de adenosina A1 (lo que le otorgaría una actividad lipolítica), mientras que la nuez moscada, la pimienta negra cúrcuma, mostraron alta actividad de unión con el receptor cannabinoide CB1 (reducirían el hambre y estimularían el metabolismo de lípidos)
Por otra parte, la pimienta dulce y la cúrcuma provocaron una inhibición de la acumulación de TNF-α, y la semilla de cebolla negra (o comino negro) fue la única de las especias que exhibió una alta capacidad de inducción de diferenciación del adipocito 3T3-L1.
En el caso de las especias bioactivas, se realizaron ensayos utilizando los principales compuestos bioactivos de estas, pero se encontró que ninguno de ellos alcanzaba a exhibir la actividad de las mismas
Este fenómeno muy común en todos los productos naturales bioactivos, se podría deber a que la actividad de las especias es producto de sinergismo entre varios compuestos.
Los autores del trabajo indican que sería importante hacer más estudios para aclarar este punto y que estos podrían ser encarados con un enfoque más holístico, como el que puede brindar una combinación de la metabolómica basada en GC-MS y el modelado multivariado.
* Nancy Dewi Yuliana, Muzamal Iqbal, Muhammad Jahangir, Christofora Hanny Wijaya, Henrie Korthout, Marijke Kottenhage, Hye Kyong Kim and Robert Verpoorte. Screening of selected Asian spices for anti obesity-related bioactivities. Food Chemistry, 17 December 2010, doi:10.1016/j.foodchem.2010.12.066
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