Su nombre botánico es Allium sativum. El término allium procede de la palabra celta all, que significa ardiente o caliente, mientras que sativum es un término latino que significa cultivado. Su origen parece estar en las estepas del Asia Central, desde donde se extendió hacia el Este hasta alcanzar China y hacia el Oeste en dirección a Europa.
En cuanto a sus efectos beneficiosos se sabe que ya en tiempos de los faraones, tal como se indica en el papiro del Código de Ebers, los antiguos egipcios utilizaban el ajo como tónico cardiaco. En la anciana medicina ayurvédica india, el ajo era recomendado para la hipertensión arterial, la debilidad miocárdica y otras alteraciones del sistema cardiovascular. En Europa, esta liliácea solía emplearse, entre otras dolencias, para aliviar la dificultad respiratoria que acompaña al edema pulmonar secundario a una insuficiencia cardiaca. Algunos autores, tales como el alemán Hieronymus Bock, en el siglo XVI, y el inglés Sir Thomas Sydenham, en el siglo XVII, recomendaron el ajo para tratar dicho proceso, conocido en el pasado como hidropesía.
La ciencia moderna ha encontrado que en el ajo existen diferentes compuestos que presentan efectos terapéuticos en el campo de las enfermedades cardiovasculares y del cáncer. También ha sido estudiada su actividad antimicrobiana, antinflamatoria y antiasmática.
En cuanto a los componentes bioactivos del ajo, éstos se cuentan por cientos. Identificarlos todos y conocer que acción o acciones- produce cada uno de ellos es una tarea sin duda ingente que llevará varias décadas. La mayoría de los investigadores considera que la clave de los beneficios para la salud debido al ajo, reside en su alto contenido en compuestos azufrados. Aunque muchos alimentos también los poseen, el ajo, no obstante, contienen proporcionalmente más que ningún otro vegetal (tres veces más que sus seguidores mas próximos: la cebolla y el brócoli). En la Tabla 1 se detallan los principales compuestos azufrados del ajo y sus posibles acciones biológicas. Asimismo, en la Tabla 2 se describen los ingredientes no azufrados más significativos del ajo con sus presumibles efectos biológicos.
TABLA 1 Compuestos azufrados del ajo
Compuesto | Posible actividad biológica |
Aliína Ajoeno (ajocisteína) | Hipotensora, hipoglucemiante Previene la formación de coágulos, ayuda a disolverlos. Anti-inflamatorio, vasodilatador, hipotensor, antibiótico |
Alicina y Tiosulfinatos Alil mercaptano | Antibiótica, antifúngica, antiviral. Hipocolesterolemiante, previene la aterosclerosis, antitumoral, antidiabética, hipotensora |
Sulfuro de dialilo y afines | Hipocolesterolemiante. Aumento la producción de enzimas desintoxicantes. Anticancerígeno. Previene los daños químicos del DNA. |
S-alil-cisteína y compuestos al g - glutámico | Hipocolesterolemiantes, antioxidantes, quimioprotectores frente al cáncer. Favorecen la acción desintoxicante del hígado frente a sustancias químicas. |
Compuestos no azufrados del ajo
Compuesto | Posible actividad biológica |
Adenosina | Vasodilatadora, hipotensora, miorelajante. Estimula la síntesis de hormonas esteroídicas Estimula la liberación de glucagón |
Fructanos (Escorodosa) Fracción proteica F-4 | Efectos cardiorotectores Estimula el sistema inmune por medio de macrófagos y células esplénicas |
Quercitina | Estabiliza los mastocitos. Ejerce por tanto efectos beneficiosos en el asma y la alergia |
Saponinas (Gitonina F, Eurobósico B) Escordina | Hipotensoras. La Gitonina F es antivirica, el Erubósito B antifúngico Hipotensora en conejos y perros. Factor de crecimiento en dosis elevadas. Incrementa la utilización de la vitamina B1. Anti bacteriana |
Selenio Ácidos fenólicos | Antioxidantes. Antiinflamatorios. Antivíricos y antibacterianos |
Aunque los resultados de numerosas investigaciones han encontrado un efecto dosis-dependiente en la actividad del ajo, no hay consenso en cuanto a la dosis mínima requerida para obtener cambios beneficiosos. No obstante, en cuanto al extracto en polvo, se suele recomendar una toma mínima de 600 mg por día (la dosis más habitual empleada suele ser de 900 mg, dividida en tres tomas). Dada la pérdida producida durante las preparaciones térmicas y culinarias, en compuestos químicos activos, se aconseja tomar el ajo crudo o en preparaciones específicas.
El gobierno alemán ha dado un paso en la utilización del ajo como agente reductor del colesterol. Como resultado del mismo, la Kommission E de la Agencia Federal Alemana de Salud, equivalente a la FDA norteamericana, ha incluido en su monografía que una dosis de 4 g diarios de ajo crudo, o bien 8 mg de aceite esencial de ajo, son apropiados para controlar el colesterol y prevenir otros factores de riesgo cardiovascular.
Fuente: Resumen del trabajo publicado en
GARCIA GOMEZ, L. Jacinto y SANCHEZ-MUNIZ, Francisco J. Revisión: Efectos cardiovasculares del ajo (Allium sativumhttp://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-06222000000300002&lng=es&nrm=iso . ISSN 0004-0622.